martes, 6 de enero de 2009

La pareja ideal.

Ya he comentado que una carta natal es como una radiografía de nuestro potencial al momento de nacer, y nos proporciona un perfil psicológico que describe la manera en la que nos comportamos si nada actúa para que suceda lo opuesto o al menos algo diferente. ¿Qué puede hacer que nos comportemos de manera diferente? para eso te sugiero que revises lo que he escrito antes en este blog.

Tratándose de parejas, todos tenemos un "molde" con las características físicas, psicológicas y emocionales que deseamos.

Cuando no se es consciente de esto podemos cometer siempre los mismos errores al relacionarnos, como por ejemplo el exigirle a una persona que cambie para que se acerque a ese molde (el típico chantaje de "si me amas puedes hacerlo"), o seguir patrones recurrentes como repetir los mismos vicios o caer en el mismo tipo de relaciones, etc.

Desde mi punto de vista, no podemos pretender que alguien cambie por nosotros, que no es lo mismo que externar una inconformidad o pedirle a alguien que sea más atento(a) con ciertos detalles de sentido común, por no mencionar los arreglos de común acuerdo. Lo que debemos hacer en todo caso es conocer un poco más a la otra persona, ya sea por trato o por su carta (y aún así se requiere del trato) y decidir si la aceptamos así o no. Si no tiene nada en común con nosotros o si no somos compatibles y aún así queremos involucrarnos con esa persona, seamos honestos, seguramente es una cuestión de vanidad o de lujuria. (O bien algunos podrán pensar que estamos en terrenos "kármicos").
Cuando tenemos una relación y la otra persona no llena al 100% nuestras expectativas (dudo que alguien lo haga), debemos poner en una balanza lo "bueno" y lo "malo" y decidir si podemos tolerar lo "malo" a cambio de todos los beneficios que nos reporta lo "bueno". Si la respuesta es "NO", ¿por qué seguir con esa persona? ¿sólo por amor? eso puede resultar masoquista y poco práctico, y seguramente tiene más que ver con nuestra incapacidad para "dejar ir" así como con posibles problemas de dependencia emocional.

Pero entonces la pregunta es: ¿puedo conocer por medio de mi carta natal ese "molde" que deseo o inconscientemente busco en una pareja?
La respuesta es SÍ, y no sólo eso, se pueden ver las características en general que debe tener una persona para ser compatible con nosotros, pero debo decir que aún siendo conscientes de todo esto, muchos factores podrán hacer que nos relacionemos con gente que nada tenga que ver con ese "molde". El Karma y el Destino también juegan junto con la Química (sexual, emocional, psicológica, etc.). En las próximas entradas hablaré sobre esto, pero esta vez nos ocupa el "molde" de la pareja que buscamos.

Para tener información detallada de las características de una relación de pareja, es preciso hacer una Sinastría, una carta Compuesta y un análisis de Cosmodynes, y aún así eso no nos dirá si la otra persona nos gusta o no, si sus olores nos serán agradables o no, o si ciertas preferencias podrán coexistir juntas en armonía o no.

De cualquier manera, 3 posiciones debemos considerar para entender eso que estamos buscando, (y yo consideraría una más para ver qué tanto la comunicación podría tener éxito o no, que sería la posición de Mercurio). Imaginemos que nuestro "molde" es como una pizza, en donde la base sería nuestra Casa 7, el ingrediente especial sería Venus y el queso sería la Luna.

El signo en el que esté la cúspide de la Casa 7 nos dirá cómo es nuestra manera de relacionarnos, pero también nos dara información sobre la imágen subconsciente de pareja que "proyectamos". Por eso es que muchas personas quieren modificar a sus parejas, porque sin saberlo buscan a alguien que sea como ellas son, y en lugar de analizar antes de elegir, permiten que otros factores las lleven a una relación y luego se empiezan a dar cuenta de que quien eligieron no tiene algo o nada de lo que están buscando, y no me refiero al físico ni a los intereses comunes, que probablemente fué lo que los juntó.

La posición de Venus nos habla, entre otras cosas, sobre nuestra manera de dar y recibir afecto. Hay personas muy cariñosas o muy sexuales, mientras que otras son más intelectuales o reservadas. Hay personas muy detallistas o muy altruistas, mientras que otras son muy egoístas o interesadas. Y nada está ni bien ni mal, ya que cada quien está buscando algo en particular, y ciertas características harán que alguien le parezca interesante o sexy o, en una palabra: ideal.

Si bien es cierto que todos buscamos afecto, cariño, también lo es el hecho de que no todos coincidimos en la manera en que nos agrada recibirlo, o no ponemos la misma importancia en los mismos detalles. Venus es también nuestro "filtro estético" y por lo tanto explica nuestras diferencias de "gusto". Para algunas personas, el apoyo y la lealtad son más importantes que el romanticismo; para otras, el sentido del humor o el intelecto son más importantes que el atractivo físico; algunas más consideran que la seguridad o la responsabilidad tienen más peso que cualquier otra cosa al momento de elegir; hay quien prefiere ser escuchado que recibir ostentosos regalos; etcétera. Como en todo, esto es algo personal, y no podemos generalizar, ya que quien sigue todos aquellos mitos que supuestamente rigen a ambos sexos, tarde o temprano terminará confundiéndose, y se sentirá vacío y sin sentido con respecto a la vida en pareja.

La Luna, por su parte, nos dice como debe ser una persona para sentirnos emocionalmente satisfechos. Creo que es importante entender que "emocional" y "afectivo" son dos cosas diferentes. Podemos estar satisfechos en la parte afectiva o sexual con nuestra pareja y aún así sentir que algo falta emocionalmente, o bien, podemos no ser tratados como nos gustaría y en el fondo sentir una plenitud emocional que los demás no podrán entender. Los sentimientos no pertenecen a la parte racional, se tienen, se experimentan, y nos placen o nos incomodan, pero tratar de explicarlos... es un poco ocioso, si no es que absurdo.

Para terminar esta entrada, quiero recomendarles lo siguiente:
Busquen en algún libro "decente" las características generales de los signos, y anoten en un papel las de aquellos en los que se encuentran su Casa 7, Venus y la Luna. Después empiecen a "traducir" todo eso en palabras simples, de uso común en su vocabulario, y seguramente se irán dando cuenta de que son las características que están buscando en una pareja, y eso se puede reconocer en las personas aunque desconozcan sus cartas natales o incluso sin saber nada de astrología.
Si después vieran la carta de alguien que tiene algo de lo que buscan, se darían cuenta de que tiene alguna posición en esos signos o bien en signos del mismo elemento (fuego, tierra, aire o agua) ya que son similares. Lo interesante sería que nosotros también tuviéramos algo de lo que esa persona está buscando, y entonces estaríamos hablando de una relación con mucho potencial, pero, como veremos la próxima vez, no es suficiente, aunque sí muy importante.


La próxima vez hablaré de los factores que están en juego en una relación de pareja, y qué tanto peso pueden tener en el éxito o fracaso de la misma.

Hasta pronto.